El lenguaje es fundamental en el desarrollo del niño. Para que se produzca de forma correcta, el bebé necesitará, además de las habilidades innatas, unas bases sociales y cognitivas. El niño utiliza herramientas de comunicación como la sonrisa, la mirada, el gesto, las vocalizaciones y después el lenguaje. La participación de los padres es clave para estimular todas estas habilidades comunicativas y, en el caso de niños con discapacidad auditiva, aún se hace más relevante está estimulación.
Pautas para hacer en casa:
  • Los niños/as adquieren lenguaje viviendo situaciones reales y explorando su entorno. Podemos aprovechar las rutinas diarias (la hora del baño, la cena…) para hablar de lo que hacemos o describir lo que vemos, aprovechando el lenguaje que surge de manera natural, donde se producen repeticiones, turnos de palabra, adquisición de roles y mucha riqueza léxica. No podemos olvidar que aprendemos, en primer lugar, a través de la experiencia, después viene la comprensión y finalmente el lenguaje en su forma expresiva más compleja.
  • El chupete y el biberón dificultan movimientos de la lengua que son muy importantes para el habla. Cuanto antes los retiremos mejor. Procurad también dar alimentos que supongan un poco de esfuerzo para masticar (evitar triturados, panecillos blandos, etc.) ya que así reforzaremos la tonicidad.
  • Es importante la forma que le damos a nuestro lenguaje, ni muy infantil (diminutivos), ni muy superior a sus capacidades. Debemos utilizar vocabulario apropiado y frases sencillas, cortas y claras.
  • Evitad corregir las palabras mal pronunciadas por el niño. Cuando cometa errores de forma ofreced un buen modelo, así modelaremos de forma indirecta y no lo agobiamos. Ej: si el niño dice “tatatos” señalándose los pies, nosotros podemos responder: “Oh, qué zapatos rojos más bonitos”. Damos el modelo correcto de “zapatos” y ampliamos su estructura.
  • Tened paciencia y ofreced tiempo para responder. No todos los niños son iguales, por lo tanto, no tienen la misma facilidad para organizar sus ideas y exponer lo qué quieren decir.
  • Compartid momentos de juego según sus intereses. Intentad hablar de aquello que sepáis que le gusta y de las cosas que pasan a su alrededor. Proporcionad situaciones para contar lo que ha hecho, lo que piensa, lo que siente, para que pueda expresar sus inquietudes.
  • Dadle confianza, que sepa que aquello que dice es importante, que se sienta escuchado. Evitad mostraros impacientes o desconcertados cuando el niño hable y no lo entendáis.
  • El niño/a tiene que de construir lenguaje, procurad que se esfuerce y evitad que las respuestas sean siempre “si” o “no”. Haced preguntas abiertas. Ej: “¿qué quieres para merendar?” en lugar de “¿quieres una manzana?”
  • Leed cuentos juntos para incrementar su lenguaje: hablad de las imágenes que van surgiendo, vivenciad la historia poniendo diferentes voces a los personajes (ja, ja, ja, dijo el lobo feroz) producid onomatopeyas (tic – tac del reloj, gluc – gluc de la olla)
  • Cantad: aprovechad canciones escolares, populares (cinco lobitos tiene la loba, palma palmitas) e incluso algunas de actualidad.
Los niños no aprenden a comunicarse solos. Aprenden a partir de la interacción con su mundo, y los padres ocupan la mayor parte de éste. Es lo que hacemos y cómo lo hacemos lo que da a nuestro hijo la oportunidad de aprender.
        Revista ASPAS.
        Autoras: Caty y Esther. Centro ASPAS Manacor.
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